jueves, 13 de octubre de 2011

fin monocromático

-Inimaginable es lo que nos tiene preparada la vida- pensó en una forma tan sarcástica, ocasionado por la monotonía de su vida, esa perfecta monotonía. Un día normal, un día más de ir al trabajo, la escuela,tarea, dormir, dormir sola ese terrible momento cuando se enfrenta a su inmensa soledad. Ella estaba cansada de sólo pensar en esa vida.

Subió a su carro puso una canción y empezó a cantar -rata de dos patas animal rastrero, que asco que ridícula soy cantando nacadas de ardidas- siguió su camino, llegó a su oficina la 11y 6, al sentarse frente a la computadora se dio cuenta que no había luz. Marcó para que resolvieran el problema, tomó su laptop y se fue al café de la esquina a mandar unos mails. Mientras buscaba su encendedor para prender un cigarro un tipo muy guapo de ojos verdes y linda sonrisa le tocó el hombro ofreciéndole lumbre, mero pretexto para hacerle plática pero ella no accedió, era mala para eso pero le dejó una sonrisa que le duró todo el día. Ella estaba segura de conocer esa sonrisa de otra vida.

-En estos días es difícil que alguien me saque una sonrisa- pensó en voz alta mientras caminaba de regreso a la oficina, no paró de pensar en él, estuvo todo el día con un entusiasmo poco normal en ella. Al día siguiente comenzó a trabajar fuera; en distintos cafés, distintas peñas, rompiendo la monotonía, dejando de lado la nostalgia para así buscarle sin buscar en cada sonrisa.

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