martes, 18 de octubre de 2011

soy tan mala durmiendo sola

No me gusta dormir sola, no estoy acostumbrada y no es que sea yo una hombreriega si no que siempre he compartido recamara con mis hermanas o ex roomies. Cuando me duermo sola siento como que algo me falta. Tengo ganas de entrepiernarme y escuchar su respirar a mi lado, que ponga su mano en mi cintura ¿No les ha pasado que después de dormir con alguien ya no duermen igual cuando están solos? como que falta piel en la cama, su piel. Pues justo así me pasa ahorita, las noches frías no se hicieron para dormir sin él(ni las mañanas para recibirlas sin su mirada, esa que tanto me gusta de goodmorningmylove)

domingo, 16 de octubre de 2011

corazón

Te quiero aquí y ahora,
justo así en el centro de mi cama.

Te quiero en mis locuras, nuestras locuras, sólo tú eres capaz de hacer esas cosas de las que sólo pensé ser capaz.

Te quiero en vida, en esta y en otras.

Te quiero para escribirle cuentos a tus lunares infinitos.

Te quiero en la sencillez del amanecer, en los besos de manaña.

Te quiero como sólo alguien que ha amado antes sabe querer.

Te quiero con esas ganas de decirte te quiero día a día, porque lo nuestro es así de momento, del diario.

Te quiero para anecdotario, porque sé que aún falta mucho por escribir.

Te quiero aquí y ahora,
en el centro de mi cuerpo.


jueves, 13 de octubre de 2011

fin monocromático

-Inimaginable es lo que nos tiene preparada la vida- pensó en una forma tan sarcástica, ocasionado por la monotonía de su vida, esa perfecta monotonía. Un día normal, un día más de ir al trabajo, la escuela,tarea, dormir, dormir sola ese terrible momento cuando se enfrenta a su inmensa soledad. Ella estaba cansada de sólo pensar en esa vida.

Subió a su carro puso una canción y empezó a cantar -rata de dos patas animal rastrero, que asco que ridícula soy cantando nacadas de ardidas- siguió su camino, llegó a su oficina la 11y 6, al sentarse frente a la computadora se dio cuenta que no había luz. Marcó para que resolvieran el problema, tomó su laptop y se fue al café de la esquina a mandar unos mails. Mientras buscaba su encendedor para prender un cigarro un tipo muy guapo de ojos verdes y linda sonrisa le tocó el hombro ofreciéndole lumbre, mero pretexto para hacerle plática pero ella no accedió, era mala para eso pero le dejó una sonrisa que le duró todo el día. Ella estaba segura de conocer esa sonrisa de otra vida.

-En estos días es difícil que alguien me saque una sonrisa- pensó en voz alta mientras caminaba de regreso a la oficina, no paró de pensar en él, estuvo todo el día con un entusiasmo poco normal en ella. Al día siguiente comenzó a trabajar fuera; en distintos cafés, distintas peñas, rompiendo la monotonía, dejando de lado la nostalgia para así buscarle sin buscar en cada sonrisa.