domingo, 25 de septiembre de 2011

otra crónica de Zoé

Y si me disculpo, y si voy a verlo, y si le digo que... así podría seguir con una serie de cuestiones que no me llevarían a nada. Mi cabeza está llena de humo, ese humo que sale después de tanto pensar, siento que se me quema la cabeza. Pero ¿qué les puedo contar yo del amor? ustedes bien saben lo que es sentir que el amor de tu vida se te va de las manos. Y sí, es cierto que después de un rato todo pasa pero el problema aquí es que no quiero que pase, no quiero perder a mi Diego ¿qué sería de mi vida sin Diego? ¿a dónde se irían todas las ilusiones, todos los besos? en definitiva no quiero. Él es mi aquímequedopasiempre.
Diego es única persona en el mundo con la hacer el amor es algo más que placer, es sentir que está allí el amor, su mirada sobre mi cuerpo es sentir que soy la mujer más hermosa del mundo y su sonrisa al corresponder su mirada es sentir que el lo sabe, es el hombre más guapo del mundo, en mi mundo lo es. Hacer el amor con el es vernos sin siquiera desnudarnos, es una serie de sonrisas y miradas que en conjunto son el amor. Su mirada es un río de paz en el que puedo navegar toda la vida. Él me hace el amor sin siquiera saberlo, con sus llamadas a media noche, sus besos de despedida y esa determinación hacia la vida. Despertar entre sus brazos,su mirada de goodmorningmylove y su latido tenaz es saber que yo no soy la única feliz. Su pecho desnudo encima del mío es saber que no necesito a nadie más nunca. Diego tiene una peculiar manera de hacerme el amor pero el no lo ha notado; siempre se me salen lágrimas al estar entre sus brazos, como me dijo una vez el -llora cuando la felicidad sea tanta que no te quepa en sonrisas-.
Ay mi Diego, me dolería tanto si un día se va, me dolería mucho no ser yo quien le llene de color la vida, me dolería tanto quedarme sin su abrazo y sus ganas de vivir, de vivirnos. Si pudiese describir a Diego en una sola palabra lo describiría con una palabra tan simple y tan linda que no podría decir nada más, mi Diego es el amor.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

cuento de hadas

El mar se mide por olas
El cielo por alas,
Nosotros por lágrimas

A mí me enseñaron que la princesa siempre terminan con su príncipe azul. Nos enseñaron de chiquitas que somos una princesas que merecemos siempre lo mejor, pero se les pasó el pequeño detalle de que no todo sucede así de fácil, se tiene que caer muchas veces antes de lograrlo.
Debemos partir de que yo no soy una princesa ni él es un príncipe, sólo somos dos personas comunes y corrientes que quisimos jugar al cuento de hadas. Empezamos así tal cual, como el príncipe y la princesa todo muy bonito yo trataba de ser perfecta y él lo era, guapo guapo(aún es guapo) besos y sonrisas, pura cosa bonita pues. Un día no tan lejano al que decidimos meternos en este cuento nos damos cuenta de que él ni es tan príncipe ni yo tan princesa, vivir nuestro cuento no es tan fácil.
Traté de meterme en un cuento de hadas que no existió ni puede ser posible, malditos clichés. Él es humano y yo lo soy aún más, por lo tanto erramos, peleamos, lastimamos.
Vaivén de emociones, yo le veo tan guapo y el me ve tan humana. Somos tan distintos y a la vez tan parecidos que me hace quererle tanto. La aferrada me dicen, quisiese tener nuestro final feliz, por que aunque de la realeza no seamos sé que tendremos nuestro final feliz con tres plebeyitos, un perro y muchas letras, ahora sólo queda esperar.


martes, 13 de septiembre de 2011

Oportunidad.

Vivimos nostálgicos, recordando lo que no fue tal como lo dijo Sabina " No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". A veces me pregunto ¿Dónde estará? ¿qué será de el? ¿será feliz? ¿por qué me lastimó tanto? ¿se acordará de mí? y viene una serie de reclamos estúpidos que no me llevan a ningún lado, veo nuestras fotos, leo sus cartas, revivo momentos que terminan tan sólo en recuerdos, no sé porque, no sé dónde está aunque si sé con quien, no sé que hace ni a donde va y mucho menos si aún me recuerda.
Miro hacia atrás y es increíble cuánto soporta un corazón, cuánto dolor, cuantas lágrimas, y ¿para qué? Hoy se para que: para este momento, para esto, este momento, esta felicidad, esta paz, este sentir que tu corazón está en buenas manos, unas manos fuertes que no lo van a dejar caer y mucho menos pisar. Esta felicidad sólo se descubre después de tanto dolor, después de tantos "ya no puedo" uno se da cuenta que siempre hay una vez más.
Gracias por las sonrisas en el corazón, por dejarme intentarlo una vez más.