martes, 13 de septiembre de 2011

Oportunidad.

Vivimos nostálgicos, recordando lo que no fue tal como lo dijo Sabina " No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". A veces me pregunto ¿Dónde estará? ¿qué será de el? ¿será feliz? ¿por qué me lastimó tanto? ¿se acordará de mí? y viene una serie de reclamos estúpidos que no me llevan a ningún lado, veo nuestras fotos, leo sus cartas, revivo momentos que terminan tan sólo en recuerdos, no sé porque, no sé dónde está aunque si sé con quien, no sé que hace ni a donde va y mucho menos si aún me recuerda.
Miro hacia atrás y es increíble cuánto soporta un corazón, cuánto dolor, cuantas lágrimas, y ¿para qué? Hoy se para que: para este momento, para esto, este momento, esta felicidad, esta paz, este sentir que tu corazón está en buenas manos, unas manos fuertes que no lo van a dejar caer y mucho menos pisar. Esta felicidad sólo se descubre después de tanto dolor, después de tantos "ya no puedo" uno se da cuenta que siempre hay una vez más.
Gracias por las sonrisas en el corazón, por dejarme intentarlo una vez más.

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