martes, 1 de mayo de 2012

Al niño que vive en ti.

Te vi de tantas maneras, tantas etapas, pero creo que la que más me gustaba era el niño que habitaba en ti. A pesar de admirar tanto al hombre que eres, tu niño era lo máximo. Nadie como tú para sorprenderse con las cosas, para nunca sacar el niño que sufrió, porque aunque niños todos sufrimos y jamás vi eso en ti. Nadie como yo sé lo que ha sido de tu vida y precisamente por eso me gustaba tanto tu capacidad de asombro, la capacidad de ser feliz con un mazapán. Nos hacía eso tan parecidos ese poder de ser felices con poco, a veces con nada. No fue tan fácil, tuve que darte un empujoncito para que fueras feliz con nada y al final esa es una de mis mayores recompensas, el haber logrado ayudar a tu simpleza infantil. Sólo un par de niños tontos pueden reírse por horas de un video tonto, de cosas que a muchos podrían parecerles absurdas.
Un niño es feliz con lo que tiene, sea poco o sea mucho eso lo aprendí al trabajar con niños que no tenían nada. A veces creo que yo también soy una niña, una niña que sólo espera sonrisas y cariños de vuelta. Pero no estoy aquí para escribir de mí sino de ti. Un niño siempre es algo maravilloso, creo que todos en algún punto anhelamos de vuelta nuestra infancia, nuestra sencillez de vida. Tú me lo enseñaste, aquella sonrisa infantil, llamadas absurdas, risas sin sentido. Tú dabas amor esperando sólo eso, amor y sonrisas a cambio.
En el día del niño se celebran las sonrisas, las alegrías, la inocencia, yo te celebro a ti y cómo tú siendo niño lograste eso en mí.
Feliz día(te debo un mazapán)

1 comentario:

  1. Sí, los niños tienen esa capacidad de con tan solo un acto hacer feliz a la otra persona. A mí me pasó cuando una prima mía me regaló un dibujo y una carta, por ejemplo. Me había alegrado el día.
    Y las personas que tienen la capacidad de disfrutar del niño interior, también.
    Te sigo leyendo, besos.

    ResponderEliminar