Sábado por la noche 11:45 pm escribo desde mi cama porque ni las palabras ni los sentimientos se podían quedar más en mi, normalmente estaría en algún lugar ya con algo de alcohol en mi sistema, sin embargo el el alcohol y yo ya no somos tan amigos como antes, las ganas de salir son distintas, ya no tengo ganas de regresar a lo que era antes. Desde que se fue me dejó con este sabor agridulce en la boca, la sonrisa es forzada, el caminar duele y el besar ni se diga: duele aún más.
Sábado por la noche me encantaría que estuviera aquí a mi lado, en mi cama la que ya había mencionado que no lo conoce; sin embargo mis lágrimas le han platicado mucho de el. Debería de estar aquí para hablar de todo y de nada, para tener esa sesión de abrazos que tanto me gusta y le gusta, para hacer el amor hablándole al odio antes de dormir.
Sábado por la noche, siete grados centígrados, el corazón partío y brazos vacíos ¿Cómo es que se aferra a seguir tan lejos?
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